Por Flavia Vanesa Scarso
Atenas, la capital de Grecia, una ciudad netamente cultural e historica, rica en reliquias antiguas, un lugar que se quedó en su historia, el tiempo parece haberse detenido allí, sus estructuras son imponentes, de una belleza y esplendor sin igual, nos sorprende con su majestuosidad y su simplicidad a la vez.
Si caminamos por las callecitas antiguas de la ciudad no parece haber nada de extraordinario, salvo por la simplicidad y alegria de sus habitantes, es facil sentirse a gusto en ella, el visitante se siente acogido desde el primer momento, las callecitas están llenas de pequeñas tiendas de todo tipo de objetos, souvenirs y alimentos, a muy buen precio, está plagado de pequeños restaurantes y cafés, atendidos por sus dueños, con comidas típicas y caseras, todo está al alcance de la mano, a precios extraordinarios. El colorido y diversidad de su arquitectura, simple, sin grandes pomposidades, nos asombra, al pensar que cuando nos acercamos a la zona de los templos y monumentos, parece que son dos ciudades diferentes, sus columnas gigantescas y aun de pié no pueden dejar de sorprendernos y preguntarnos como es posible que se hayan levantado, y aun sigan ahí. Los contrastes son grandes, desde pequeñas callecitas desiertas, hasta mercados plagados de gente y turistas, desde casitas simples y humildes, hasta los grandes templos y estructuras.
El centro en si, está poco cuidado y limpio, y vemos perros y gatos callejeros por donde miremos, la gente convive con ellos sin problema, forman parte del paisaje.
La gente habla muchos idiomas, es facil comunicarse, aun sin saber griego ni ingles, casi todos los habitantes, hablas diferentes lenguas, francés, español, portugues, italiano. Encontramos mucho de cultura turca y arabe, con sus comidas típicas y objetos autóctonos.
Desde el aeropuerto podemos llegar facilmente a la ciudad en el autobús E94, E95 y E96 que pasa cada 15 min. de día y cada 30 min. de 24hs. a 5hs. y vale 10 € o bien el tren que pasa cada 30 min. y conecta con el metro, vale 8 €. No tiene una línea de metro muy extensa, ya que está lleno de yacimientos arqueológicos, y es difícil realizar excavaciones, las estaciones de metro son verdaderos museos subterráneos, ya que lo que han ido encontrando lo han dejado allí y lo podemos apreciar al viajar en el mertro, las estaciones con verdaderamente modernas y cómodas, vale la pena dar una vuelta por el metro, al menos para apreciar la belleza que se encuentra bajo tierra.
Entre los lugares para visitar, es obligado conocer la Acrópolis, en donde podemos encontrar El Propileo (las puertas de entrada), la estatua de Atenea Prómacos, El Partenón, que es el edificio principal, el Erecteión, que es un lugar sagrado y el templo de Atenea Nike.
En el Barrio de Sintagma está el centro de la ciudad con su plaza central, allí encontramos el monumento al soldado caído, donde se realiza el cambio de guardia, digno de ver, con soldados vestidos con sus trajes típicos y un espectáculo songular, con su forma particular de marchar, donde se reúnen diariamente expectadores, para apreciarlo. Si continuamos en línea recta hacia el templo de Zeus, pasamos por los Jardines Nacionales donde vale la pena entrar, lleno de vegetación, una paz y tranquilidad sin igual, con pequeños lagos y estanques con patos y corrales con algunos animales de granja, no resulta difícil imaginar porqué de allí surgieron tantos grandes pensadores.
Luego tenemos el Barrio de Monastiraki (Monasterio) donde encontramos el Agora Romana, el cementerio y variados restaurantes donde realmente es muy accesible comer, a unos precios exepcionales y en abundancia. También encontramos un gran mercadillo donde podemos encontrar lo inimaginable a precios también sorprendentes. También debemos visitar el Barrio de Plaka, que es un lugar basicamente residencial donde podemos apreciar la forma de vida de los ateniences, con casas hermosas y coloridas.
Otros de los lugares que vale la pena conocer si nos queda tiempo son las Puertas de Adriano, el Estadio Olímpico, el Monte Licabeto, el Museo Arqueológico y el Puerto el Pireo.
El Museo está abierto de 8,30hs. a 2,45hs. y abre los domingos, aunque la ciudad en sí es un gran museo, por lo que no es realmente necesario entrar al mismo salvo que estemos particularmente interesados. En cuanto al puerto, no es de una gran belleza pero vale la pena visitarlo para comer en sabroso pescado a un buen precio.